MUFFINS DE TOMATE Y ALBAHACA

 

   Llevaba tiempo dándole vueltas en la cabeza a esta receta. Los muffins salados son unos bocaditos perfectos para poner de entrantes en una reunión. Esta vez, a pesar de no ser para ninguna reunión especial los hice por probar que tal salían y ya se quedarán en mi lista para una ocasión más especial.

   

   Tenía un pack de tomates secados al sol, que ya os comenté en alguna ocasión que compré con muchas ganas como si fuera el último del mercado, lo usé una sola vez y ahí quedaron en la despensa muertos de risa. Así que se me ocurrió que para gastarlos, nada mejor que mezclarlos con albahaca fresca.

   Hidratamos los tomates con agua caliente durante media hora. Yo usé unos 150 g de tomates. 

   Precalentamos el horno a 200º y ponemos las doce cápsulas en la bandeja de los muffins.

   Batimos ligeramente en el bol del robot 2 huevos, un vaso grande de leche, 5 cucharadas soperas de aceite, un poco menos de media cucharadita de sal, los tomates bien escurridos de agua y picados y la albahaca fresca picada.

   Mientras aparte mezclamos 280 g de harína de todo uso, una cucharada de levadura en polvo y pimienta negra y lo tamizamos.

   Cuando la mezcla de los huevos esté ligada, le vamos poniendo la de la harina a cucharadas y seguimos moviendo sin batir demasiado, sólo para que se integren bien. 

   Repartimos la mezcla en las cápsulas y encima espolvoreamos queso parmesano recién rallado.

   Horneamos durante unos 15-20 minutos hasta que la masa haya subido y al pincharla salga seca.