CLAFOUTIS

Whole Kitchen en su Propuesta Dulce para el mes de mayo nos invita a preparar un clásico de la cocina francesa, Clafoutis. 

No os pongais nerviosos, yo todavía no me he enterado como se pronuncia, así que ni os podeis imaginar la cantidad de palabrotas que le he llamado hasta que nos lo hemos comido. Que si necesito cerezas para el "...",  que si ahora no puedo que tengo que hacer un "...", espera que le haga la foto al "...", en fin, llamadlo como querais, pero probadlo porque es un bocado bastante rico, aunque poco dulce para mi gusto.

   He usado la receta básica propuesta por Whole Kitchen, pero como el medio kg de cerezas se me quedó en 300 g después de quitarle los huesos y partes pochas (ha sido una odisea encontrar esta fruta madura tan pronto), pues entonces he reducido las cantidades y lo he puesto en moldes individuales, que por cierto estaban aún sin estrenar (ya no sé ni lo que tengo)

    Limpiamos 300 g de cerezas negras, las cortamos por la mitad y les quitamos el hueso. (Lo suyo por lo visto es dejarlas enteras, para así evitar la humedad de la masa y acentuar el sabor de la fruta, pero no me puedo imaginar lo incómodo que hubiera sido comerselo, así que se los quité).

   Las ponemos en un bol con 50 g de azúcar glass y las dejamos reposar al menos media hora. Pasado ese tiempo tamizamos 100 g de harina, una pizca de sal y 25 g más de azúcar, y lo mezclamos con dos huevos batidos y 200 ml de leche, hasta hacer una masa ligera.

   Engrasamos los moldes y los cubrimos primero con las cerezas y después con la mezcla anterior. Horneamos a 200º durante 30 minutos.

   Cuando se enfrien, espolvoreamos con azúcar glass y decoramos al gusto.