GALLETAS CON CORAZON

   Esta es mi aportación dulce para San Valentín.  Hacía tiempo que tenía en mente hacer unas galletas pero que fueran blandas,  no quería bizcochitos, quería galletas. Así que ayer tarde de repente pensé hacer las típicas galletas de mantequilla, pero poniento harina bizcochona. El resultado fué exactamente el que quería, de hecho la tanda que veis en la foto, desapareció en el día, sobre todo por mi culpa. Así que esta tarde, estoy repitiendo la masa con algunas variantes que ya vereis otro día.

   Batimos 125 gr de mantequilla con 50 gr de azúcar y una pizca de sal, cuando esté bien mezclado, le añadimos media cucharadita de esencia de vainilla y un huevo, seguimos batiendo y después le ponemos 250 gr de harina  bizcochona tamizada, a cucharadas para que se vaya integrando poco a poco. Cuando esté todo mezclado, amasamos con las manos, hasta que la masa ya no se nos pegue. 

   Metemos en un film transparente y guardamos en la nevera al menos una hora. 

   Cuando la sacamos, la ponemos en la encimera y la extendemos con un rodillo, procurando que quede del mismo grosor. 

   Con un cortador redondo hacemos varios círculos, la mitad los ponemos en la bandeja del horno (que estará precalentando a 200º) con un papel sulfurizado, al que yo he puesto un poco de grasa en spray. En cada uno de esos círculos ponemos una cucharadita de mermelada de fresa en el centro (que se extienda un poco no pasa nada, incluso mejor).

   A la otra mitad le cortamos el centro con un cortador en forma de corazón, cogemos el circulo y lo ponemos encima de los que están en la bandeja, presionando un poco los filos para sellar ambas partes y que no se salga la mermelada.

   Bajamos la temperatura del horno a 170º y metemos las galletas. Horneamos hasta que tomen color.

   Al llevar harina bizcochona se hinchan un poquito y quedan blanditas. Están espectaculares, teneis que probarlas.