GALLETAS DE ALMENDRAS

 
   Y sigo con el enganche de galletas, madre mía una vez que te pones con las primeras, te crea como una especie de adicción. Tanto,  que hace unos días soñé (habeis leido bien, soñé) que hacía galletas con almendras trituradas.  Sabía que tenía almendra triturada que me había quedado de hacer los Financier así que me puse manos a la obra y me salieron estas galletas, que curiosamente a todos los que las han probado son las que más les ha gustado hasta ahora, y digo curiosamente, porque estas son las primeras que no he copiado, lo cual me hace estar muy orgullosa.

   Batimos 125 g de mantequilla a temperatura ambiente con 150 g de azúcar glass Cuando esté totalmente integrada le ponemos un huevo, seguimos batiendo y le añadimos una cucharadita de esencia de almendra y 90 g de almendra en polvo. Tamizamos 200 g de harina bizcochona y se lo vamos poniendo a cucharadas para que se vaya mezclando bien. 

   Hacemos una bola y la envolvemos en film transparente, dejándola en la nevera una hora. Pasado este tiempo, precalentamos el horno a 200º y  ponemos la masa en una superficie ligeramente enharinada, extendiéndola con un rodillo.  Os tengo que advertir que esta parte fue un poco trabajosa, porque la masa era un poco complicada de estirar, se pegaba al rodillo  (a pesar de que usé el de Wilton) y es que las masas con almendras no son muy manejables.

   Cortamos con cualquier cortapastas (yo usé el de estrella que compré el sábado en Casa) o con un vaso y las vamos poniendo con cuidado en la bandeja del horno con un papel vegetal. Las pintamos con huevo batido y espolvoreamos con almendras picadas. Horneamos 10 minutos, hasta que empiecen a dorarse.

   Las sacamos con mucho cuidado, que salen blandan y las ponemos en una rejilla a enfriar, en unos minutos se habrán puesto crujientes.

   Realmente es una galleta que merece la pena probar, espero que os gusten.