BIZCOCHO DE PIÑA

   Mientras entre las recetas más vistas de mi blog, sigue subiendo la Torta Dukan y el resumen de la dieta, yo me empeño en hacer dulces, para demostraros que una vez finalizada la dieta, sigo comiendo como una lima del 8 y no engordo.

    Hoy os pongo la tarta típica de mi madre de toda la vida, la llamabamos tarta de piña y con el tiempo he descubierto que es un bizcocho de piña invertida, aunque yo la seguiré llamando igual.

   Hacemos la masa de un bizcocho de yogurt 1-2-3, poniendo en el vaso de la batidora 3 huevos XL, un yogurt de piña (o natural), el vaso del yogurt nos va a servir de medida para los siguientes ingredientes, 1 vaso de aceite de oliva, 2 vasos de azúcar y 3 vasos de harina de repostería. Añadimos un sobre de levadura de repostería y batimos todo hasta que quede bien mezclado.

   Precalentamos el horno a 200º  y mientras forramos una fuente con papel albal (o papel vegetal), le ponemos en el fondo un poco de caramelo líquido (a mí no me gusta demasiado el caramelo, así que suelo ponerle azúcar moreno), disponemos encima las rodajas de piña de una lata al natural y vertemos la mezcla del bizcocho.

   Bajamos la temperatura del horno a 170º y horneamos durante unos 45 minutos aproximadamente, antes de sacarlo, pinchamos a ver si está completamente hecho por dentro, depende mucho del horno que tengamos.

   Cuando lo sacamos, le damos la vuelta, quitamos con cuidado el papel y lo ponemos a enfriar en una rejilla regándolo con la mitad del jugo de la lata de piña, por encima de las rodajas, de manera que cuando vayamos a comer, nos quede lo de arriba húmedo y jugoso y lo de abajo tostadito.

   Yo no sé si es por el buen recuerdo que me trae este bizcocho, pero a mí personalmente me encanta.